Resulta que la vida nos presenta constante cambio. De pequeños todos soñamos con ser exitosos, gozar de lujos, satisfacer nuestras necesidades y divertirnos.
No obstante, al crecer el camino se empieza poner un poco turbio y ya no sabemos cómo llegar a esa meta.
Nos toca decidir sabiamente qué queremos estudiar o dónde nos gustaría trabajar. Y a veces no saber qué hacer con mi vida profesional es lo común.
Sin duda, esta es una gran carga para simples jóvenes que están empezando a vivir una etapa de adultos. O para adultos que definen segmentos de su vida.
Por eso es normal que en algún momento pasemos por ese “no sé qué hacer con mi vida”, motivo de diversas crisis existenciales.
En esos instantes de nuestras vidas que muchas veces pueden prolongarse por años, solemos sentirnos solos e insatisfechos con el mundo.
Tabla de contenidos
- ¿Qué hacer con mi vida?¿Cómo podemos revertir esto?
- Tú eres el dueño de tu destino
- Analiza muy bien lo que no quieres y relájate
- Deja el miedo de lado
- Piensa en un futuro ideal
- ¿No sé qué hacer con mi vida profesional? Evalúa tus posibilidades actuales
- Focaliza tus metas
- No te quedes de brazos cruzados
- Empieza a formarte
- Sé tú mismo, pero aprende del resto
- Deja de vivir en el mañana
- Sal de tu zona de confort
- ¡Despierta! Empieza a descubrir tu destino
- Analízalo individualmente…
- Mi última sugerencia: haz cambios radicales
¿Qué hacer con mi vida?¿Cómo podemos revertir esto?
Tú eres el dueño de tu destino
Al pasar los años te das cuenta de que no existe una fórmula mágica para alcanzar esa vida que deseaste.
Tampoco aparecerá un hada madrina para cumplir repentinamente todos tus deseos. Esto suele ser duro y estresante.
Pero la verdad es que tú eres el único dueño de tu destino. No le des el poder a nadie de decidir u opinar sobre él.
Puedes escuchar consejos, pero al final la reflexión es íntima.
Tranquilo, no hay apuro. Cada quien lleva su propio ritmo y la vida no es una competencia.
Quizás hoy no tienes todo lo que deseas, pero eso no significa que no puedas conseguirlo.
Siéntate, aclara tu mente y empieza a trabajar a favor de lo que te gusta. Esto puede que no sea fácil, por ello te daré algunos consejos para lograrlo.
Analiza muy bien lo que no quieres y relájate
Lo primero que debes hacer ante tanta incertidumbre y miedo es guardar la calma.
Quizás otras personas se vean decididas y con rumbos claros. Pero si los analizamos detenidamente puede que también estén algo perdidos.
Entonces, no te agobies si en este momento no tienes esa claridad.
Cuando realmente descubras qué es lo que quieres te sentirás bastante satisfecho, pero para ello debes relajarte y pensar.
Una forma de obtener esa claridad es alejarte de todo aquello que no quieres en tu vida.
Por ejemplo, ¿no te gusta tu trabajo? Identificar las razones es un buen comienzo para reconocer lo que te desagrada.
Lo mismo ocurre en tu vida amorosa, social y así en el resto de los ámbitos.
Si logras determinar parte de lo que te hace infeliz podrás definir más rápidamente lo que te puede dar bienestar.
Deja el miedo de lado
Sé muy bien que tener una vida resuelta sería estupendo para cualquiera, porque le brindaría al individuo un futuro asegurado con dinero, trabajo y éxito.
Pero, si lo pensamos bien, dónde estaría el sentido de la vida si ya estuviese todo escrito. Es decir, sería realmente interesante saber lo que va a pasar en el futuro.
En este supuesto caso ya no tendría sentido arriesgarse por obtener cosas nuevas o vivir emociones intensas.
Entonces, hoy en medio de tanta confusión puedes aprovechar este momento para soñar de nuevo como cuando eras niño.
Sácate de la cabeza ese no sé qué quiero hacer con mi vida y empieza a escuchar las pasiones que brotan de tu ser.
Dale cabida a la creatividad y empieza a diseñar de nuevo tu vida. Empieza desde cero y trabaja en función de ello.
Deja la barrera de seguridad que te genera insatisfacción y atrévete a vivir nuevamente sin miedo.
Piensa en un futuro ideal
Una vez que te atreves a dejar el miedo atrás y a identificar lo que no quieres, es hora de que empieces a pensar en lo que sí quieres.
Para ello es necesario trazarse ciertas metas o caminos e ir aclarándolas poco a poco. Esto te dará un rumbo fijo para empezar a trabajar en función de ello.
Por ejemplo, si tienes planeado vivir en otra ciudad o conseguir un mejor empleo puedes empezar a prepararte desde ya pare ello.
Pero, eso solo es posible cuando tienes en mente cierto destino. De lo contrario, lo más probable es que estés avanzando sin un rumbo fijo.
Claro está que para definir un futuro ideal es necesario dedicarse a analizarlo detenidamente. No una noche o 5 minutos antes de salir de la casa.
Es importante dedicar tiempo para planificar tu futuro. Solo a así podrás determinar los pasos concretos que te llevan a ese destino.
¿No sé qué hacer con mi vida profesional? Evalúa tus posibilidades actuales
Es necesario tener en cuenta que muchas veces no es posible cambiar de empleo fácilmente. Me ha pasado que cuando no sé qué hacer con mi vida profesional dejar una carrera de lado es difícil.
Esto puede costar nuestra estabilidad económica y también nuestra estabilidad emocional.
Sin embargo, una vez que te surja la duda y definas lo que no quieres hacer, puedes empezar a evaluar otras posibilidades.
Es decir, usa tus conocimientos adquiridos hasta el momento para vivir nuevas experiencias. Interactúa con otras personas de distintas profesiones.
Esto te puede ayudarte a descubrir nuevas pasiones o a seguir tachando aquellas cosas que en definitiva no son para ti.
Recuerda que determinar lo que no quieres es un paso más para definir tu verdadera esencia.
Una vez que la descubras disfrutarás del placer de dedicarte a algo que te apasione y te motive día tras día.
Focaliza tus metas
Lo importante de todo este proceso es que dejes de ponerte límites en tu cabeza. Empieza a retomar aquellos sueños de niño, pero ahora intenta hacerlos reales.
Recuerda que tú eres el único dueño de tu destino. Imagina esa vida ideal en general, no solo pienses en el trabajo o en lo bienes, sino en todo.
¿A qué me refiero con todo? Determinar qué es lo más importante para ti, dónde quieres vivir, con quién, cuál es tu ideal de éxito, entre otras cosas.
Una vez definido todos estos elementos generales empieza enfocar tu vida hacia ello. Es en este momento donde debes pensar por cuál trabajo optar para tener esa vida ideal.
Mientras más respuestas obtengas al respecto, mucho más rápido irás esclareciendo tu mente. Recuerda, quienes tienen más opciones gozan del poder en sus manos.
Recuerda que estas reflexiones son muy personales y las respuestas las encontrarás únicamente en tu interior. Meditalo individualmente.
No te quedes de brazos cruzados
Este camino para descubrir qué quiero hacer con mi vida puede ser largo.
Sin embargo, lo importante es que no te quedes de brazos cruzados y empieces a prepararte:
- Aprende habilidades universales: esto será de gran ayuda una vez que descubras tu verdadero destino, pues te otorgará mayores conocimientos que podrás ir combinando.
- Mantente en constante interacción con el mundo: conoce gente nueva, diferentes culturas, otras profesiones y aprende de los demás. También es útil para desarrollar un pensamiento crítico propio.
- Ahorra dinero que te sirva para vivir bien y viajar: así ampliarás tu mente y podrás darle mayor cabida a un cambio en tu vida.
Sin importar lo que decidas hacer, empieza a establecer buenos hábitos en tu vida de acuerdo con tus valores.
Empieza a formarte
Debes recordar que el conocimiento siempre va a representar poder y te puede poner en una posición superior a otras personas.
Cuando una persona debe tomar una decisión o una acción, es más probable que asuma la postura adecuada si maneja mayor conocimiento.
O, si lo vemos desde el punto de vista práctico, a la hora de ser productivos y generar dinero es importante saber hacer varias cosas.
Entonces, si tu interrogante gira en torno a tu vida profesional, toma en cuenta que debes certificarte.
Invertir en conocimientos siempre será una de las herramientas más ideales para alcanzar tus objetivos, sean los que sean.
Además, desde el ámbito psicológico y social, te dará una mayor capacidad de análisis ante la vida.
Así como también te otorga seguridad a la hora de emprender por ti mismo porque te hace sentir preparado.
Sé tú mismo, pero aprende del resto
Es excelente querer ser únicos y hacer cosas innovadoras todo el tiempo.
No obstante, si tú te encuentras en la etapa de indecisión, lo más recomendable es aprender del resto.
¿Cómo? Inspírate en esos grandes personajes que tienen la vida ideal que tú deseas. Aprende de ellos y estudia un poco acerca de cómo lo lograron.
Una vez que tengas estos datos intenta adaptarlos a tu propia vida. Esto no quiere decir que serás igual a ellos, solo los usarás como guías o mentores.
Claramente, tus condiciones emocionales y psicológicas son distintas a las de este ser que pueda ser tu inspiración. Por lo tanto, imitarlo no es una opción.
Sin embargo, quizás determinar por qué los admiras pueda ayudarte a definir lo que quieres para tu vida.
Síguelo, inspírate y empieza a actuar tú mismo en función de tus propias metas, no de acuerdo a las expectativas de las otras personas.
Deja de vivir en el mañana
Si bien es necesario prepararse para el futuro, lo más importante es que persigas tu felicidad y bienestar desde este preciso instante.
Aléjate de un amor tóxico o del trabajo que no te gusta. Especialmente si es solo por querer obtener esa casa u hogar de los sueños.
La vida está corriendo hoy, en este instante, en este segundo. Y si lo desaprovechas pensando en un mañana que no sabes si vendrá ya no estarás viviendo.
Sí, tal vez no sepas a ciencia cierta qué quieres hacer con tu vida en estos momentos. Pero probablemente sí sabes que tu trabajo actual te causa mayor estrés del que debería.
¿Odias vivir en aquella ciudad? ¿Tu pareja no te da el amor que mereces?
Hoy es un buen momento para que te deshagas de aquello que no te aporta nada positivo y que genera un desequilibrio en ti.
Sal de tu zona de confort
Sal de ese límite de seguridad y empieza a explorar el mundo que puede revivir tus pasiones. Retoma actividades que tanto te gustaban de pequeño.
Experimenta con aquellas cosas que nunca te habías atrevido a hacer. Aunque quizás no te puedas separar del todo de la vida que has construido hasta el momento.
Ten por seguro que sí puedes darle un giro de 180 grados permitiéndote disfrutar de nuevas estilos.
Pon en práctica cada una de las cosas que siempre quisiste hacer y si no te funciona, simplemente pasa al siguiente nivel.
¡Despierta! Empieza a descubrir tu destino
Para lograr esto debes poner en práctica cada uno de los consejos planteados anteriormente.
Pero primero que nada deja el temor y empieza a conocerte.
Recuerda que no está mal que hayas hecho esta pausa porque te sientes confundido sobre lo que quieres hacer con tu vida.
Más bien, es muy valiente de tu parte tomar la iniciativa adecuada.
Mientras tanto, otros terminan insatisfechos el resto de su vida por miedo a salirse de los parámetros que ellos mismos se pusieron.
Analízalo individualmente…
Reflexiona acerca de quién eres y encuentra tu vocación en este mundo. ¿Qué te hace sentir cómodo, te genera alegría o te da satisfacción?
Las respuestas a estas interrogantes te van a guiar hacia el camino. Y si mañana te das cuenta que tu destino es ser cantante, pues empieza a tomar clases de canto.
Eso sí, no tengas miedo a equivocarte y a volverlo a intentar.
Solo ten en cuenta que cuando descubras tu verdadero destino y podrás ser feliz el resto de tu vida.
Mi última sugerencia: haz cambios radicales
Aunque muchos recomiendan cambiar los “pequeños” detalles hasta llegar al estado deseado, yo prefiero generar un impacto motivador por completo.
Por ejemplo, si una de tus metas es alimentarte mejor uniéndote a la cultura vegetariana, toma la decisión ya mismo y no lo dejes para después.
Cambiar de a poco causa ansiedad. ¿Qué tal si pruebas un cambio general que impacte positivamente todas las áreas de tu vida?
Este es un tema que nos conecta a todos. ¿Qué hacer con mi vida es una duda constante? Atrévete a dar el primer paso.
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